Eficacia científicamente probada

El Instituto del Bienestar ayuda a las personas a mejorar y optimizar su nivel de bienestar y felicidad mediante una serie de técnicas de eficacia probada científicamente.

Las mismas dan resultados probados porque están demostradas empíricamente, siendo el resultado de una labor de investigación científica basada en las conclusiones de centenares de estudios que han realizado una experimentación rigurosa con miles de personas.

Concretamente, las técnicas aplicadas están basadas en la ciencia del bienestar subjetivo, la psicología (cognitiva, conductual, positiva, etc.), la neurociencia, la medicina y en otras áreas de la ciencia. La calidad y rigor técnico han sido comprobados por más de 50 expertos. Para saber más sobre la labor de investigación científica del Instituto del Bienestar, puedes hacer clic aquí.

Con el tiempo (de forma gradual ya desde las primeras semanas o meses, pero sobre todo a medio plazo) y si trabajamos de forma perseverante en estas técnicas podemos llegar a generar cambios profundos en el funcionamiento de nuestro cerebro y en su estructura bioquímica, dejando de usar progresivamente las partes del cerebro relacionadas con el malestar y pasando a utilizar más intensivamente aquellas partes asociadas con el bienestar, de modo que cada vez tendremos más emociones desagradables y menos desagradables. Y no sólo mejoramos nuestra felicidad, sino también la de nuestros hijos, pues los niños tienden a interiorizar y reproducir las pautas que captan a su alrededor.

En cada momento nuestro nivel de bienestar está en algún punto entre el 0 y el 10 y siempre es mejorable.

Biológicamente es imposible o muy difícil alcanzar una felicidad plena y absoluta exenta de toda sensación desagradable, pero lo que sí garantizamos es una mejora de nuestro bienestar si nos entrenamos suficientemente con estas técnicas. Cada persona parte de un punto de partida o nivel medio de bienestar causado por su genética, por su educación e influencias sociales recibidas y por sus experiencias pasadas.

A veces tienen lugar sucesos que temporalmente pueden hacer variar nuestro nivel de felicidad por encima o por debajo de ese nivel, pero al cabo de cierto tiempo tendemos a volver a nuestro nivel medio. Cuanto más entrenemos nuestro bienestar, más iremos aumentando ese nivel medio de felicidad, tendiendo a sentirnos menos mal cuando nos sentimos mal y a sentirnos más felices cuando nos sintamos bien.

Del mismo modo que si realizamos un entrenamiento deportivo, profesional o artístico en que al cabo de cierto tiempo de poner en práctica las técnicas adecuadas desarrollamos las habilidades entrenadas y podemos llegar a dominarlas y ser expertos en las mismas, con el H.O.L.S. desarrollamos la habilidad de ser feliz.

El H.O.L.S. está orientado a conseguir unos logros satisfactorios, constatables y medibles en el nivel de felicidad y autorrealización. Ello se alcanza, además de con un aprendizaje y entrenamiento eficaz, con unos objetivos claros y unas mediciones y seguimientos periódicos del nivel de bienestar emocional, de satisfacción vital y de satisfacción con las diferentes áreas de nuestra vida.