¿Y cómo te sentirías si la única forma de librarte de todo ello sería el día en que te metiesen en un camión para ir al matadero más hacinado de los que estaban los judíos en los trenes hacia Auswitsch?
Los judíos estaban tan angustiados como los cerdos y pasaban también hambre y sed durante esos trayectos en los que no les daban nada de comer ni beber, pero al menos podían sentarse y tumbarse en el suelo del tren. En cambio, a muchos cerdos no tienen espacio ni para poder tumbarse y descansar. Además, a diferencia de los judíos, se golpean con el camión y sufren lesiones.
Y a todo ello hay que añadir su sufrimiento en el matadero LINK MATADERO.
La buena noticia es que los humanos en general tenemos un lado malvado (con grandes diferencias entre individuos) pero no tanto, ya que la mayoría contamos con una parte en nuestro cerebro, concretamente el córtex prefrontal dorsolateral, donde está nuestro sentido de la justicia LINK A DEJÉMONOS LLEVAR POR NUESTRO SENTIDO DE LA JUSTICIA. Éste nos dice que hacer daño a los demás está mal, salvo que sea por legítima defensa. Muy psicópata hay que ser para no tener en absoluto ese sentido innato de la ética.
Por ello apelo al mismo para pedirte que por favor consumas carne de animales criados en libertad (como la carne ecológica) o, mejor todavía, sustituyas la carne por proteínas vegetales de alto valor nutritivo, como el tofu, deliciosos yogures de soja, bebida de soja, proteína de cáñamo, proteína de arroz y guisante… leer más. LINK A OPCIONES VEGANAS
Hoy en día se ha vuelto muy fácil, ya que buena parte de ello lo puedes encontrar en la mayoría de supermercados y el resto en Amazon.
Ah! Y tomemos también ejemplo de los votantes californianos, que en un referéndum aprobaron en 2018 la Propuesta 12, que supone importantes mejoras para los animales de granja, como que los cerdos tengan suficiente espacio para acostarse, levantarse, extender sus extremidades o girarse libremente.