EJERCICIO DE CONCIENCIA NO FOCALIZADA
Duración aproximada: 1-2 horas de lectura + 20 minutos para hacer el ejercicio (dedicación exclusiva)
El segundo paso es hacer un ejercicio de conciencia no focalizada (también llamado meditación no concentrativa o abierta). Para ello, vuelves a leer “El Secreto de Milene” desde el principio hasta el final del apartado 1 del capítulo II (El secreto de la conciencia no focalizada). Si tienes alguna duda sobre cómo entrenar la conciencia no focalizada, puedes preguntarla a tu entrenador.
A continuación lees esta sesión, que luego pondrás en práctica:
Sesión 1: Entrenamiento de la conciencia no focalizada
____________________________________________________________
Te sientas en una silla con la espalda erguida, aunque no rígida, o bien en el suelo con los pies cruzados o, si lo prefieres, te colocas tumbado mirando hacia arriba. Cierras los ojos y observas todo lo que pasa por tu mente tal como vaya llegando a ella en cada momento: tus pensamientos, tus emociones, tus deseos, tus recuerdos, las imágenes mentales que te vienen de tu interior, los sonidos, los aromas, las sensaciones corporales, las zonas de tu cuerpo y tu mente donde sientes tensión y en general todo aquello que forme parte de tu experiencia y percibas o notes. Te quedas observando todo ello, sin oponer resistencia y sin intentarlo cambiar, a diferencia de lo que solemos hacer habitualmente.
Si te es útil para quedarte en un estado de observador pasivo, cuando pienses algo puedes decir mentalmente “pienso”, cuando sientas algo puedes decir “siento”, si recuerdas algo, puedes decir “recuerdo” y así con todo lo que pase por tu mente. Observas tus pensamientos y emociones y al hacerlo tienden a pasar de largo. Si te pones nervioso, te aburres, tienes pequeñas molestias en el cuerpo o te invaden otras sensaciones desagradables, te dices “siento”, limitándote a contemplar esas sensaciones y a dejar que pasen.
Si te viene el pensamiento de que estás perdiendo el tiempo, de que lo que estás haciendo no sirve para nada, de que no lo estás haciendo bien o cualquier pensamiento negativo, te dices “pienso”, limitándote a mirar ese pensamiento de frente y a dejar que se vaya, dándote cuenta de que son simples pensamientos. No se trata ni de aferrarse a ellos ni de esforzarse en eliminarlos, sino simplemente en dejarlos marchar.
Cuando sin darte cuenta dejes tu estado de conciencia no focalizada para quedarte absorbido por tu pensamiento normal y corriente, en vez de recriminarte te limitas a ser testigo de lo que ha sucedido y dejar que pase de largo el pensamiento, sin juzgar y con actitud de aceptación. En vez de esforzarte por conseguir el objetivo de hacerlo bien o sentirte bien, te limitas simplemente a existir y observar. Te quedas en ese estado hasta que termine la sesión o más rato si lo prefieres.
_____________________________________________________________
Una vez leído lo anterior, haces una sesión de conciencia no focalizada durante un mínimo de 10 minutos escuchando el archivo de audio “I.1.Conciencia no focalizada” y dejándote llevar por el mismo. Puedes descargar dicho archivo de audio haciendo clic aquí y luego apretando el botón derecho del ratón y clicando en «Guardar como» (nota: no escuches los archivos de audio online, sino mejor los descargas en tu ordenador y los escuchas desde el mismo).
Tras realizar la sesión, descargas la tabla que puedes encontrar haciendo clic aquí. La rellenas y la envías a tu entrenador mediante email.