En algún país del primer mundo se sigue dando la paradoja de obligar a las grandes empresas a tener en sus Consejos de Administración un porcentaje mínimo de consejeras, a pesar de que ello es una injerencia en la empresa privada que puede ser contrario a la meritocracia y afectar al buen funcionamiento de la compañía. Pero, en cambio, para las iglesias no sólo no fijan cuotas, sino que además no dicen nada sobre el hecho de que esté prohibido que haya ni tan siquiera una sola cardenala, obispa o párroca, aunque la persona más idónea para esos puestos pueda ser una mujer. De nuevo, un doble rasero muy grande.
Ello es tan aberrante como si una cadena de supermercados modificase sus estatutos para prohibir a las mujeres cualquier tipo de cargo directivo o mando intermedio, relegándolas, por el simple hecho de tener el género femenino, sólo a puestos de cajeras, reponedoras y señoras de la limpieza que tienen que obedecer a sus encargados, que sólo pueden ser hombres. ¡Se armaría un gran revuelo mediático, político y social y probablemente ello llevaría a un boicot contra dicha empresa! Pero ello mismo sucede con esa otra institución privada que es la Iglesia Católica y no sucede nada, absolutamente nada. Ni siquiera casi nadie le pide que por favor se reforme, como sí ha hecho la Iglesia Anglicana, donde las mujeres ya pueden ser incluso obispas.
También podría considerarse que lo es un beso no consentido, aunque, según las circunstancias, podría constituir simplemente un machismo de nivel bajo o incluso un no-machismo, sino simplemente una conducta invasiva que puede llevar a cabo tanto un hombre como una mujer.
MICROMACHISMOS

Algunos ejemplos son la desigual distribución de tareas domésticas (sin que el hombre compense esa inequidad de alguna manera), creer que el rosa es para las niñas y el azul para los niños, que llorar es de nenas, que es el hombre quien tiene que ceder el paso a una mujer, que debe darle mano para ayudarle a subir por una montaña por considerar que es el género débil a pesar de que pueda hacerlo perfectamente por sí sola o que debe pagar la cuenta en un restaurante.
NO-MACHISMOS
Hay ciertas conductas que algunos afirman ser sexistas, pero que en realidad no lo son, ya que no suponen desigualdad de derechos entre géneros:
1.-El ejercicio de la prostitución femenina de forma libre. De hecho, el feminismo es libertad para las mujeres, la misma que para los hombres, incluyendo tener sexo consentido, ya sea a cambio de dinero o no.
2.-Vestir de forma sexy para resultar atractivas a los hombres, ya que el verdadero feminismo reconoce el derecho inalienable de la mujer de hacer con el propio cuerpo lo que desee. Forma parte de la naturaleza tanto de mujeres como de hombres, sobre todo cuando son jóvenes, querer resultar atractivos al sexo contrario, al mismo sexo o a ambos. Y todos tienen derecho a intentarlo, si quieren.
3.-Comentarios relativos a mujeres que no transmitan la creencia de que las mujeres tienen menos derechos y libertades que los hombres, son inferiores a estos o deben quedar sometidas o dependientes de estos.
Seamos justos y proporcionales, con reacciones contundentes frente a los macromachismos, moderadamente firmes frente a los medianomachismos, suaves frente a los micromachismos y nulas frente a los no machismos.
¿Qué puede hacer una persona buena y ética para luchar por los derechos de las mujeres? Leer en VIVIR SIN DAÑAR:: Tampoco a las mujeres…
Gracias por compartir si crees que ello contribuirá a un mundo mejor, con menos abusos y sufrimientos innecesarios,