Además de ello, se caracteriza por la educación de calidad, la formación en la buena paternidad y la enseñanza del bienestar en las universidades.
1. EDUCACIÓN DE CALIDAD
Las investigaciones prueban que la satisfacción con la vida está correlacionada con el acceso a la educación. Asimismo, de promedio cuanto más avanzada es la educación de un individuo mayor es su satisfacción vital. Para la optimización del bienestar de un país, conviene también que sea dicha formación sea de calidad. Para ello la clave es inspirarse en los colegios y países con los mejores rendimientos académicos, pero en los que al mismo tiempo existan buenos niveles de bienestar entre el alumnado.
En este sentido, los países con mejores resultados en el Informe PISA son asiáticos: Singapur, China, Taiwán, Japón y Corea del Sur. Lo que sucede es que en ellos suele haber un alto grado de exigencia y de presión familiar y social que pueden dañar el bienestar y, en algunos casos, incluso llevar al suicidio. Por tanto, conviene tomar como referencia modelos equilibrados, como Estonia, Finlandia, Canadá, Irlanda, Suiza, Australia o Nueva Zelanda.
Para garantizar una educación de calidad, un Estado del Bienestar Personal dedica los recursos necesarios. Los porcentajes del gasto en educación respecto al PIB en los países con mejores resultados en el Informe PISA son los siguientes:
Singapur: 3.0%
China: 4.0%
Taiwán: 5.0%
Japón: 3.5%
Corea del Sur: 4.5%
Estonia: 5.7%
Canadá: 5.5%
Irlanda: 4.1%
Suiza: 5.0%
Australia: 5.3%
Finlandia: 6.2%
Nueva Zelanda: 6.0%
De dichos porcentajes tan diversos se puede sacar la conclusión de que la dotación presupuestaria es secundaria frente a la cultura del estudio y el esfuerzo, por lo que conviene promoverla.
Otro punto conveniente es la enseñanza de calidad en las facultades de pedagogía para que los docentes puedan cumplir con todo lo expuesto hasta ahora. Ello incluye el estudio por parte de todos los aspirantes a profesor a nivel suficientemente profundo del bienestar personal, en base a lo probado científicamente.
2. FORMACIÓN EN LA BUENA PATERNIDAD
Asimismo, una política educativa orientada a la felicidad promueve la formación de los padres para que cubran adecuadamente las necesidades de sus hijos, les traten bien y le eduquen de una forma orientada a su bienestar… leer más en…
Ello puede ahorrar muchos sufrimientos, secuelas psicológicas dañinas y tener una gran repercusión en el bienestar de los niños, ya que los progenitores tienen un gran impacto en los mismos, el cual a menudo dura de por vida.
Ello es así porque la educación que recibimos (sobre todo de nuestros cuidadores) y las experiencias por las que pasamos en nuestra infancia tienen una influencia significativa en nuestra forma de ser, pensar, sentir y comportarnos y por tanto en nuestra felicidad a lo largo de nuestra vida, salvo que trabajemos en cambiarla.
Es conveniente que la formación de los padres comience antes del nacimiento de los hijos. Se puede incentivar mediante campañas de concienciación o poniendo a su disposición materiales y cursos gratuitos online. Convendría que los colegios también tuviesen la función de educar y guiar a los padres en su paternidad.
En una Sociedad del Bienestar Personal que alcance un estadio suficientemente evolucionado se podría incluso abrir un debate social sobre la conveniencia de obligar por ley a una pequeña formación obligatoria de unas cuantas horas para poder ejercer la paternidad, que podría ser online. De hecho ello es lo que ya sucede para poder realizar otras actividades que pueden causar perjuicios a los demás, como conducir un coche, un barco de recreo, tener una mascota o trabajar como dentista.
También cabría debatir sobre la obligatoriedad de pasar un test de idoneidad para poder ejercer como padre, de la misma manera que se lleva a cabo en las adopciones o para conducir un vehículo. Al fin y al cabo la responsabilidad de ser padre es tan grande o mayor que esto último. Permitir la paternidad a un maltratador puede tener consecuencias nefastas. Como es un tema muy delicado, se podría convocar un referéndum sobre ello cuando la sociedad alcance el grado de madurez suficiente.
3. ENSEÑANZA DEL BIENESTAR EN LAS UNIVERSIDADES
Asimismo, conviene ofrecer en la universidad cursos sobre bienestar personal, teóricos y prácticos, de forma gratuita o subvencionada, del mismo modo que es frecuente ofrecer servicios deportivos de esta manera. Por ejemplo, en la Universidad de Harvard el curso más solicitado por sus graduados es “Más Felicidad”, siendo elegido por 20% de los mismos. Leer más en…