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Imagínate que un día irrumpen en tu casa unos nazis o unos comunistas y os cogen a ti y tu familia y os empujan bruscamente para introduciros con la máxima rapidez en un camión para llevaros a un campo de exterminio. Como os resistís, os pegan y os dan descargas eléctricas para obligaros a moveros.

Un vez os metan a la fuerza en ese vehículo, estáis tan hacinados que no os podéis ni sentar en el suelo, y mucho menos tumbaros. De hecho, apenas os podéis mover y tenéis que hacer vuestros pipis y cacas en ese espacio tan abarrotado.

Durante el transporte, como tenéis que estar de pie y sin poder cogeros a nada, los movimientos del camión hacen que os aplastéis los unos con los otros y choquéis con las barras del camión, lo que os provoca contusiones, fracturas y heridas abiertas, a veces graves.

Además, no os dan nada para comer ni beber, por lo que pasáis hambre y deshidratación, lo que se suma al resto de sufrimientos.

Todo lo anterior os provoca angustia y un gran estrés, acentuado por los cambios bruscos en un entorno desconocido, el ruido del vehículo, la vibración y la incertidumbre de qué van a hacer con vosotros, que no pinta nada bien. Debido al estrés tenéis comportamientos anormales, como la agresividad, la vocalización excesiva y la auto-mutilación. Además, el miedo y la ansiedad debilitan vuestro sistema inmunológico, haciéndolos más susceptibles a enfermedades.

Si es verano, las altas temperaturas dentro del camión y su falta de ventilación os pueden causar golpes de calor, deshidratación y, en casos extremos, la muerte. Y si es en invierno, las el frío os puede causar hipotermia y congelación.

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Las condiciones del transporte son tan adversas que algunos de vosotros morís por el camino, debido a las temperaturas, las fracturas, contusiones y heridas abiertas a causa del hacinamiento y el manejo brusco, deshidratación, asfixia o estrés, agravado por el agotamiento.

Si tenéis suerte, ese viaje tan cruel sólo durará unas horas o unos pocos días, pero puede darse el caso de que os metan a la fuerza en un barco y sufráis todas esas penurias durante semanas. Y si enfermas es posible que te tiren vivo por la borda del barco, como hacían en los barcos negreros con los esclavos.

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¿Verdad que toda esa brutalidad te horrorizaría si te la aplican a ti y tu familia? Pues lo que no quieres para ti no lo hagas con los demás. Porque eso es justamente lo que hacemos con billones con B de seres no humanos que también sienten.

Existen regulaciones internacionales y nacionales para proteger el bienestar de los animales durante el transporte, como las de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) o las de la Unión Europea. Sin embargo, son muy insuficientes y su implementación es a menudo deficiente.

Las violaciones de las normativas rara vez resultan en sanciones significativas, lo que perpetúa la explotación y el maltrato. Además, las lagunas en la legislación permiten que las prácticas crueles continúen sin consecuencias.

Todo ello perjudica no sólo a las víctimas transportadas, sino también a nosotros, ya que a veces conducen a brotes de enfermedades zoonóticas que afectan a la salud pública.

Es necesario que los gobiernos aprueben normas más estrictas y efectivas para mejorar el bienestar en el transporte, incluyendo:

1.- La reducción del tiempo de desplazamiento, lo que implica la prohibición de la exportación de animales vivos y el establecimiento de mataderos más cercanos a las granjas de origen.

2.- Mejora de las condiciones de transporte, de manera que los vehículos cumplan con los estándares de bienestar, incluyendo ventilación adecuada, espacio suficiente y acceso a agua y alimento.

3.- Formación del personal en prácticas respetuosas de manejo y carga de animales para minimizar el estrés y las lesiones.

4.- Monitoreo más estricto para garantizar el cumplimiento de las leyes de bienestar animal, lo que incluye el uso de tecnologías como cámaras de vigilancia y sensores ambientales.

6.- Transporte de carne y productos animales en lugar de animales vivos.

El Reino Unido ya ha aprobado por mayoría abrumadora la abolición de la exportación de animales vivos. ¡SIGAMOS AVANZANDO HACIA PRÁCTICAS MÁS CIVILIZADAS!

Para ello es fundamental que consumidores, legisladores y productores trabajemos juntos. Solo a través de un esfuerzo colectivo y una mayor conciencia sobre el sufrimiento de los animales podemos esperar poner fin a estas prácticas crueles y avanzar hacia un sistema de transporte más ético y respetuoso.

¿QUÉ PUEDE HACER UNA PERSONA BONDADOSA Y EMPÁTICA PARA EVITAR ESOS VIAJES DE SUFRIMIENTO Y DESESPERACIÓN?

1.- Firmar en campañas como esta de VER VIDEO.

2.- Firmar esta campaña del Instituto del Bienestar.

3.- Elegir opciones vegetales.

4.- Compartir para que los demás estén informados sobre la brutalidad padecida por los animales en los transportes.

Leer más acciones en…

¡EVITEMOS DAÑOS!: 10 acciones para evitar el maltrato animal

Si has leído hasta aquí es porque probablemente eres una persona ética que se interesa por estos temas. Ahora sólo falta que des un pasito más y firmes, compartas, etc.

Gracias por hacerlo.