La mayor parte de los países de mayoría musulmana, concretamente 32 de ellos, son represivos con la libertad de expresión, condenando la crítica del islam mediante el delito de blasfemia, incluyendo:
Pena de muerte, como Arabia Saudita, Pakistán, Irán, Somalia, Afganistán, Sudán, Pakistán, Mauritania, Yemen o Emiratos Árabes Unidos.
Largas penas de prisión y flagelación, como Irán, Sudán, Somalia, Qatar o Mauritania.
Incluso Túnez, uno de los más países musulmanes más secularizados y liberales, la criminaliza con pena de prisión.
El delito de blasfemia incluye cualquier tipo de comentario crítico con el islam, así como dar opiniones o hablar de temas que no son conformes con el mismo. Por ejemplo, en Irán Hashem Aghajari, profesor universitario, fue condenado a muerte por blasfemia simplemente por pedir reformas religiosas y declarar que los musulmanes no eran «monos» que debían seguir ciegamente las enseñanzas de los clérigos.
Este delito se aplica también a no musulmanes, como, ha sido el caso de:
Munir Masih y Ruqqiya Bibi, una pareja cristiana, declarados culpables en Pakistán por tocar el Corán sin lavarse las manos y sentenciados a 25 años de prisión.
Hector Aleem, un activista de derechos humanos de 51 años, brutalmente golpeado y torturado acusado de blasfemia después de oponerse a la destrucción de una iglesia.
Basuki Tjahaja Purnama, conocido como Ahok, Gobernador de Yakarta, la capital de Indonesia. Este cristiano de origen chino-indonesio fue acusado de blasfemia durante su campaña para la reelección como gobernador en 2016. En la misma hizo un comentario sobre el uso del Corán en la política.
Concretamente se refirió al versículo 5:51, que algunos interpretan como que los musulmanes no deben elegir a no musulmanes como líderes. Ahok sugirió que ciertos clérigos estaban utilizando este versículo para engañar a los votantes musulmanes para que no lo apoyaran.
Su comentario fue grabado en video y se volvió viral, generando protestas masivas por parte de grupos islámicos conservadores. Fue declarado culpable de blasfemia y condenado a dos años de prisión.
En algunos casos, la acusación de blasfemia puede llevar a la violencia extrajudicial por parte de la comunidad. En bastantes países, tanto musulmanes como occidentales, personas librepensadoras críticas con el islam son amenazadas, agredidas y asesinadas. Algunos tienen que huir e incluso contar con escolta en países occidentales y vivir en paraderos desconocidos, como Salman Rushdie o Hirsi Alí.
A todos los que somos críticos con el islam nos meterían en cárceles o incluso nos torturarían, lincharían y asesinarían. Se trata por tanto de una auténtica tiranía, totalmente contraria a los derechos básicos de libertad de expresión y a la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU.
La base de dicha dictadura legal y social se encuentra el el Corán y los Hadices:
CORÁN
Corán 33: 57
“Los que ofenden a Alá y a Su mensajero, Alá los maldecirá en esta vida y en la Otra. Ha preparado para ellos un castigo infame.”
HADICES Y OTROS ESCRITOS ISLÁMICOS
En los Hadices (biografías con los dichos y hechos de Mahona que son consideradas por el islam tradicional como el segundo pilar de esa religión) y otros textos musulmanes hay muchos ejemplos de personas durante su época que fueron críticos con el islam y su Profeta. La mayoría de estas personas fueron asesinadas con la bendición de éste y no se impuso ningún castigo ni compensación al asesino.
Abu `Afak: Mahoma pidió a sus seguidores que mataran a este hombre por hacer comentarios negativos sobre Mahoma y el Islam.
Tabarani, Daraqutni: Mahoma había dicho a sus seguidores “Quien maldiga a un profeta, mátelo”.
Abdullah bin Ubai (bin Salul): Mahoma pidió a sus seguidores que mataran a este hombre por hacer declaraciones «malvadas» sobre la familia de Mahoma.
Ka’b bin Ashraf: Mahoma pidió a sus seguidores que mataran a este hombre por escribir poesía incendiaria sobre Mahoma y las mujeres musulmanas.
Asma Bint Marwan: Mahoma pidió a sus seguidores que mataran a esta mujer por componer poesía incendiaria sobre el islam y los musulmanes.
La madre esclava del ciego: Cuando Mahoma se enteró de que uno de sus seguidores había apuñalado y matado a su Umm walad (concubina con la que había engendrado un hijo) por hacer comentarios despectivos sobre Mahoma, declaró que «no se deben pagar represalias por su sangre. «
¡HAGAMOS ALGO PARA ERRADICAR ESA TIRANÍA!
Afortunadamente cada vez hay más musulmanes modernistas que se oponen a esa dictadura legal y social propia del islamismo tradicionalista. Cuestionan la validez de los Hadices y otros escritos redactados varios siglos tras la muerte de Mahoma e interpretan el versículo del Corán Corán 33: 57 no como una condena de la crítica al islam. Leer más…
Ayudémosles a que extiendan esa visión más flexible y tolerante entre las comunidades musulmanas e influyan en los políticos para que deroguen los delitos de blasfemia. ¿Cómo podemos apoyarles?