La esclavitud es una de las formas de hacer más daño a una persona, ya que se le priva de ese valioso tesoro llamado libertad, que según la ciencia está correlacionada con la felicidad. Además, se le cosifica y maltrata para conseguir su sumisión.
Esta lacra ha ido cogida de la mano con la humanidad durante miles de años, como mínimo desde el Neolítico hasta la actualidad, en que se estima que sigue habiendo al menos 50 millones de esclavos.
Las que conocemos mejor son la del Imperio Romano y la ejercida por los cristianos europeos contra los africanos. En el primero una parte significativa estaba sometida a la esclavitud, lo que representó decenas de millones de esclavos a lo largo de los siglos. En el segundo caso se estima que 12,5 millones de africanos fueron transportados en los barcos negreros, de los que llegaron 10,7 a las Américas.
Pero también ha habido otras a gran escala, como la ejercida por los árabes musulmanes sobre otras etnias: más de 17 millones de esclavos, 9 millones de los cuales eran subsaharianos. A estos les obligaban a cruzar a pie el desierto del Sahara para ser vendidos en el norte, aunque más de 2 millones no sobrevivieron a la dura travesía. Y en general ha sido universal en todos los continentes durante milenios.
Desde finales del siglo XVIII, gracias a la Ilustración y su materialización en la Revolución Francesa y otras revoluciones liberales, se ha ido prohibiendo y combatiendo cada vez en más lugares. Por eso la Declaración Universal de Derechos Humanos dice lo siguiente:
“Artículo 4: Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.”
Pero a pesar de ello sigue existiendo esta violación grave de los derechos humanos, sobre todo en países del tercer mundo, como República Democrática del Congo o Mauritania, pero también en el primer mundo. Las formas más destacadas de esclavitud moderna son la trata de personas, el trabajo forzoso, la servidumbre para el pago de deudas, el matrimonio forzado y la esclavitud sexual.
1.- TRATA DE PERSONAS
Consiste en el reclutamiento, transporte y explotación de individuos mediante el uso de la fuerza, fraude o coerción. Según el Informe Global sobre la Trata de Personas de las Naciones Unidas, se estima que cerca de 25 millones de personas son víctimas de ello, sobre todo en países como Nigeria, Filipinas o Rusia. Los más afectados son mujeres y niños.
2.- TRABAJO FORZOSO
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que alrededor de 25 millones de personas son sometidas al mismo, sobre todo en países como China o Brasil. Los sectores en que más se da este abuso son la agricultura, construcción, industria y pesca.
Las víctimas a menudo son atraídas por la promesa de un empleo legítimo, sólo para encontrar condiciones de trabajo explotadoras, salarios bajos o inexistentes y la imposibilidad de escapar debido a la amenaza de violencia o represalias.
En ocasiones el trabajo forzoso tiene lugar en las cárceles. Y es justo exigir a los presos que paguen el costo de su alojamiento y manutención (no es equitativo que lo pague el contribuyente si los primeros pueden hacerlo), así como la indemnización a sus víctimas por los daños y perjuicios que les hayan causado.
Si no tienen recursos económicos suficientes para ello, es justo exigirles que trabajen para conseguirlo, como el común de los mortales. Ahora bien, al igual que estos, deben tener un horario y condiciones laborales razonables. Ello tiene importantes ventajas para los reos:
Evita su aburrimiento.
Puede ser fuente de autorrealización y de sentimiento de ser útil y productivo.
Ayuda a la estructuración del tiempo e impide un exceso de ociosidad que degenere en un vacío existencial o, lo que es peor, adicciones o abusar de los demás.
Genera una mente concentrada, lo que contribuye al orden mental e impedir un exceso de pensamientos negativos.
Permite seguir utilizando y desarrollando sus habilidades.
Incentiva la cultura saludable del trabajo.
Todo lo anterior tiene como consecuencia estar en mejores condiciones de inserción laboral y social cuando el condenado salga de la cárcel.
Ahora bien, luchemos contra la explotación de los presos, como sucede en China, donde millones son obligados a trabajar en condiciones terribles.
Esta práctica es una forma insidiosa de esclavitud moderna en la que las personas son obligadas a trabajar para pagar una deuda que, en muchos casos, nunca puede ser saldada debido a intereses exorbitantes. Este tipo de esclavitud está sobre todo extendida en países del sur de Asia, como Pakistán, India o Bangladesh, donde miles de familias están atrapadas en ciclos interminables de deuda y explotación.
Por supuesto que las deudas hay que devolverlas y trabajar para ello, pero otra cosa diferente es aplicar intereses totalmente abusivos para encadenar a una persona de por vida.
4.- MATRIMONIOS FORZADOS
El matrimonio forzado afecta principalmente a mujeres y niñas. La Unión Interparlamentaria estima que 12 millones de niñas son forzadas a casarse cada año antes de los 18 años. Estas a menudo son sometidas a violencia sexual, agresiones si no obedecen y otras formas de abuso. Suelen perder su libertad individual para siempre. Sobre todo se da en África, Oriente Medio y Sur de Asia, pero también tienen lugar en Occidente en familias procedentes de las culturas anteriores
5.- ESCLAVITUD SEXUAL
Esta fechoría afecta a millones de mujeres y niñas en todo el mundo, especialmente en países como la India, Nigeria, Tailandia, y Filipinas. Las redes de tráfico humano explotan a personas, obligándolas a prostituirse bajo amenazas y violencia.
A pesar de esfuerzos internacionales para combatir estos flagelos, la falta de aplicación de leyes y la corrupción siguen permitiendo que estas prácticas persistan.
La implementación efectiva de leyes, la cooperación internacional y el fortalecimiento de las organizaciones de derechos humanos son esenciales para combatir esta lacra. Iniciativas como el Protocolo de Palermo y la campaña “50 for Freedom” de la OIT buscan sensibilizar y movilizar recursos para luchar contra la esclavitud moderna.
Sólo mediante un compromiso decidido y continuo se puede esperar erradicar esta forma persistente de opresión humana.
¿Qué puede hacer una persona de bien para contribuir a la abolición efectiva de la esclavitud moderna? Te damos 3 ideas:
Por último, combatamos también la servitud encubierta a la que están sometidos cientos de millones de trabajadores y contribuyentes en países del primer mundo. Porque éstos son obligados por el Estado a trabajar gratuitamente parte de su tiempo para mantener a aprovechados que pueden, pero no quieren trabajar. Leer más…
Gracias por compartir y colaborar para construir entre todos un mundo mejor.