Una manera de hacer daño a alguien es quitarle su libertad, tesoro que es muy valorado por muchas personas y otros seres sintientes. Porque, según las investigaciones científicas, tiene una importante correlación con felicidad y la falta de libertad con malestar y sufrimiento, tanto a nivel individual como de países.
Esa es una de las razones por las cuales los estados que encabezan los rankings mundiales de felicidad también están entre los primeros puestos de los índices de libertad humana, económica, de prensa: Finlandia, Dinamarca, Suecia, Suiza, Nueva Zelanda, Países Bajos, Noruega, Islandia, etc. Y, según múltiples encuestas, son las dictaduras, ya sean de extrema izquierda, ultraderecha, teocráticas o de otro tipo, donde sus habitantes tienen menos bienestar de promedio.
La libertad es algo tan importante que la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas comienza de esta manera:
“Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres”.
Y vuelve a mencionar las libertades en sus artículos 2 y 3.
¡NO ROBEMOS ESA VALIOSA JOYA NI DEJEMOS QUE NOS LA ROBEN!
Porque todos los seres sintientes somos libres por derecho de nacimiento y por tanto podemos hacer con nuestra vida, muerte, cuerpo y mente lo que estimemos conveniente, con 3 límites:
Cumplir los pactos libremente acordados y las leyes justas.
Asumir nuestras responsabilidades respecto a los seres a nuestro cargo.
La libertad significa que tenemos derecho a:
Seguir los usos y costumbres o no, imitar a la mayoría o no, seguir las normas sociales o no, allí donde fueres hacer lo que vieres o no, autoexpresarnos, vestir como queramos, hacer las cosas a nuestra manera, ser diferentes, innovadores e incluso extravagantes, pero no a abusar de nadie, de ningún ser sintiente.
Estar solteros, tener varias relaciones poliamorosas o sólo una pareja, con quien podemos pactar una relación cerrada o abierta, aunque los pactos libremente acordados hay que cumplirlos. En caso de resultar ello imposible, en vez de engañar digamos la verdad y busquemos una solución.
No tener sexo y tenerlo, incluso con muchas personas diferentes, siempre que sea libremente consentido. Y con personas del género contrario, del mismo o ambos. Y hasta escoger si queremos ser hombres, mujeres u otro género diferente si nos sentimos de esa manera.
Equivocarnos y no elegir la opción con más ventajas y menos inconvenientes, siempre que asumamos la responsabilidad de nuestras acciones y omisiones, ya que somos al mismo tiempo libres y responsables.
Trabajar en lo que nos guste y decidir libremente qué hacemos con la riqueza obtenida de forma honrada, incluyendo nuestras propiedades y negocios, una vez pagada la cantidad justa de impuestos.
Y un largo etcétera.
Pero todo lo anterior teniendo en cuenta que nuestra libertad termina donde empiezan las libertades y derechos de los demás, incluyendo los animales no humanos. Porque si no es así se le llama atropello.
Aunque en algunos países están habiendo regresiones, la rápida evolución en general hacia mayores cotas de libertad en todo el planeta desde la Ilustración en el siglo XVIII nos da motivos para ser optimistas y pensar que ese proceso irá a más en los próximos años, a veces dando dos pasos adelante y uno atrás. Pero para ello es necesario que nosotros también arrimemos el hombro haciendo algo por romper las cadenas que todavía queden en cada país.
Dos de ellas especialmente gruesas son la esclavitud humana moderna y la de cientos de miles de millones de seres sintientes, secuestrados y explotados contra su voluntad en granjas industriales, piscifactorías y laboratorios. Porque nunca elegirían vivir de esa manera, que les mutilen sin anestesia y les maltraten de múltiples formas.
Evitemos también a los 5 grandes enemigos represivos de la libertad y firmemos para pedir libertad y democracias de calidad en todo el mundo… leer más…
¡VIVA LA LIBERTAD PARA TODOS!
Y gracias por compartir y colaborar con esta bella misión,