¡NO DAÑEMOS!: CONTEXTUALICEMOS LOS VERSÍCULOS DAÑINOS DE LA BIBLIA
La Biblia se compone de bastantes libros diferentes escritos por diferentes autores en momentos históricos muy diversos, separados a veces entre sí por siglos. Los expertos dicen incluso que hay algún libro, como el Génesis, que fue redactado por varios individuos. Éstos eran hijos de su época, estando muy influidos por la mentalidad típica de aquellas sociedades abusivas y crueles.
Por tanto, no es de extrañar que hayan redactado textos que promueven la violación de derechos humanos, pues en aquellos tiempos era lo normal.
Aunque lo anterior constituye una colección extensa (pero no exhaustiva) de una gran variedad de crímenes, violaciones de derechos humanos e injusticias, hay bastantes más versículos dañinos que necesitan ser explícitamente desaprobados por las iglesias cristianas que quieran reformarse para tener una doctrina cruelty-free.
Para ello es necesario considerar esos versículos no como la palabra de Dios, sino como lo que son: un conjunto de libros escritos por diferentes autores en diferentes épocas, a menudo influenciados por la mentalidad existente en cada tiempo pasado. De hecho, diferentes libros de la Biblia tienen incongruencias entre ellos (como como por ejemplo en el trato que hay que dar a las adúlteras), siendo ello prueba de que no todos los versículos son revelaciones divinas.
Por tanto, en vez de seguirlos de pie juntitas y causar daños a inocentes reinterpretémoslos en su contexto histórico para a continuación desautorizarlos. De hecho, buena parte de las ramas del judaísmo ya han hecho esta reforma, por lo que contamos con un buen antecedente a seguir.
Lo anterior implica reformar los puntos 102 y siguientes del Catecismo católico y las doctrinas de otras confesiones cristianas.
Gracias por compartir y colaborar para conseguir una religiones benevolentes, lo cual constituye una de las piedras angulares para conseguir un mundo agradable en que vivir,