¡EVITEMOS DAÑOS!: NO IGNOREMOS LA AMENAZA ULTRAIZQUIERDISTA ACTUAL
El comunismo tradicional ha sido nefasto para todos los países donde se ha implementado, causando enormes daños, tanto humanos (genocidios con más de cien millones de asesinados, deportaciones a gran escala, campos de trabajo forzado con decenas de millones de víctimas, torturas, terror, etc.), como económicos …leer más en…
Como consecuencia de todo ello la mayor parte de la población de los países comunistas han dado la espalda a esos regímenes totalitarios fracasados, la mayor parte de los cuales han desaparecido tras las caída del Muro de Berlín y han sido sustituidos por democracias capitalistas liberales o iliberales o por regímenes parcialmente capitalistas.
Frente al fracaso generalizado del comunismo, sus políticos se han tenido que ir reinventando y adaptando como camaleones al nuevo medio. Por ello, han ido surgiendo propuestas reformadoras que intentan compatibilizar en diferentes grados esa ideología con la democracia y un cierto grado de capitalismo, como el eurocomunismo (que no reniega de la revolución, pero ante lo que consideran una enorme dificultad de revolución comunista en los países capitalistas opta tácticamente por la vía parlamentaria), el socialismo del siglo XXI o el bolivarismo, que podría considerarse parte del anterior, ya que tanto Chávez como Maduro han defendido el socialismo del siglo XXI.
De todas esas propuestas la que realmente se ha puesto en práctica, y además durante décadas, es el bolivarismo en Venezuela, cuyos resultados han sido nefastos:
En lo económico, el país ha perdido el ¡¡75%!! de su PIB.
En lo político, ha pasado de ser una de las pocas democracias plenas del mundo a un régimen autoritario que comete violaciones de derechos humanos.
Dicho chavismo tiene un influencia importe en la extrema izquierda de otros países, como España, donde destacados dirigentes de Podemos y partidos similares, como Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero o Íñigo Errejón, que han trabajado como asesores para dicho régimen tanto en España como en Venezuela. Asimismo, han recibido importantes cantidades del mismo y/o han promovido ese régimen despótico. Además, parece que dirigentes de formaciones de diversas formaciones de extrema izquierda, como Podemos, En Comú Podem o la CUP están yendo a Venezuela para recibir formación del régimen.
Un tipo de socialismo latinoamericano mucho más exitoso ha sido el de Evo Morales en Bolivia, ya que ha estado orientado a generación de riqueza, de forma opuesta al bolivarismo, que la ha destruido. En una primera etapa de su mandato dicho presidente dedicó recursos públicos al desarrollo del sector minero, lo que provocó un considerable crecimiento de la renta per cápita de su país. En cambio, no le ha ido tan bien con el intervencionismo en el sector industrial, ya que éste suele ser mucho más eficiente, competitivo y productivo cuando está en manos privadas que en la públicas.
Acerquemos un poco el microscopio a esas nuevas versiones 2.0 del marxismo en el viejo continente. A pesar de los estrepitosos fracasos de todos los sistemas comunistas y similares sin excepción, siguen existiendo bastantes comunistas y probablemente siempre existirán. No obstante, se han visto obligados a adaptarse al electorado de cada país. Así, el Partido Comunista de la Federación Rusa (segundo más votado después del partido de Putin y heredero de antiguo Partido Comunista de la URSS) se ha visto obligado a amoldarse a la actual democracia iliberal conservadora que existe en ese país.
Del mismo modo, para poder sobrevivir el antiguo partido único comunista de la Alemania del Este ha tenido que hacer una operación de cirugía estética con su nueva marca Die Linke y además no le ha quedado más remedio que hacerse atractivo para un tipo de electorado alemán mucho más moderno y liberal que el ruso. Así, si en Rusia los comunistas son contrarios a los derechos LGTBI en Alemania están a favor de éstos, de los derechos de las mujeres, la ecología, etc. Renovarse o morir, teniendo siempre en cuenta que el voto es el voto.
Pero al mismo tiempo, se consideran herederos de Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht, que intentaron destruir la democracia liberal que había en la República de Weimar (gobernada además por los socialdemócratas) mediante una revolución violenta (a pesar de tener un apoyo social de tal sólo un 2%) que introdujese un dictadura similar a la bolchevique en Rusia. Apunta maneras hasta el punto de que surgen dudas de si ese peinado moderno que se han hecho es real o una simple peluca que oculta su calvicie.
Algo parecido ha sucedido en España, donde el Partido Comunista de España pasó a usar la nueva marca Izquierda Unida y luego a sumarse a otras marcas más exitosas como Unidas Podemos o Sumar. Para ser justos, hay que decir que éstas 2 últimas no son propiamente comunistas, sino federaciones de una multitud de partidos que van desde la extrema izquierda hasta la izquierda. Desde un punto de vista político les ido bastante bien, ya que han aupado al poder a varios vicepresidentes de gobierno y ministros que se autodenominan comunistas, como Pablo Iglesias, Yolanda Díaz o Alberto Garzón.
Las nuevas formaciones herederas del antiguo comunismo en los diferentes países son una amalgama no uniforme de corrientes y militantes que oscilan entre los que están a favor del estalinismo más duro hasta muchísimo más suaves socialistas o socialdemócratas, pasando por categorías intermedias como marxistas-leninistas, trotskistas o simpatizantes del Bolivarismo y el Socialismo del Siglo XXI. Hay desde los que están en contra de los derechos humanos y de los animales hasta lo que están comprometidos con ellos, desde individuos autoritarios hasta otros profundamente demócratas.
Esa diversidad en que hay muy respetables, decentes y bienintencionados socialdemócratas tranquiliza. No obstante, conviene ver el conjunto y no pasar por alto en qué suele consistir su oferta dos por uno con eficacia (nociva) científicamente probada y garantizada de:
1. Más daños económicos y sociales.
2. Como mínimo 7 injusticias: expoliar, igualar sólo en lo que les interesa, crear una nueva clase privilegiada parasitaria, fomentar la inmigración de cigarras/garrapatas para que les voten, atacar la libertad individual, antisemitismo y alianza con el islamismo totalitario.
Se trata de una oferta estrella que algunos se verán tentados a aceptar, pero han de tener en cuenta que si no quedan satisfechos no les devolverán el dinero, pues posiblemente ya no quede en las arcas públicas, que habrán quedado vaciadas tras arruinar el país.
Si no te gusta el pack anterior, avisa a los demás para que no lo compren.