Como no estamos determinados por nuestro ADN, mejor pasemos a un rebañismo selectivo por el que sigamos al grupo en lo bueno (o incluso en lo neutro, quien quiera), pero no en abusos y maldades. Ello requiere desarrollar la capacidad de cuestionamiento del orden establecido.
Leer más sobre el cuestionamiento en El Secreto de Milene, Historias de Zan y Las Técnicas del Bienestar Personal.
Porque una cosa es la capacidad para aprenderse bien la doctrina del colectivo al que pertenecemos y otra muy diferente es la de dilucidar en qué medida ese corpus dogmático es correcto, justo y conveniente. Por ello, para dejar de ser un mero chupadoctrinas es necesario desarrollar la racionalidad y el espíritu crítico.
VIVIR SIN DAÑAR: Pensemos por nosotros mismos y digamos no al adoctrinamiento tóxico
¿CÓMO VIVIR SIN DAÑAR? Seamos racionales
Tendemos a dar autoridad a la tribu, a convertirla en una brújula, pero es un gran error, ya que la mayor parte de ésta está compuesta por personas con un nivel de inteligencia y conocimiento medio y bajo, unos estándares éticos medios y bajos y un nivel de orientación a la excelencia también medio y bajo. Y lo que es peor: posiblemente entre los líderes políticos y religiosos del rebaño los porcentajes de mediocridad sean todavía superiores. La razón es que para ascender dentro de los partidos políticos y organizaciones religiosas se requiere con cierta frecuencia un espíritu sumiso, seguidor, pelota, lacayo e incluso secuaz. En algunos lugares, como Suecia, no suele ser así, pero en la mayor parte de países sí.
No demos autoridad al grupo ni lo sigamos sin más como bobos, vaya a donde vaya, tal como hacían los niños con el flautista de Hamelín, sino que mejor hagamos algo para dirigirlo hacia la mejora e incluso la excelencia. Y convenzamos a más gente de que haga lo mismo.
¡CONSTRUYAMOS UN MUNDO MEJOR!: Orientémonos a la excelencia para conseguirlo

La muchedumbre no merece credibilidad, porque ha demostrado en demasiadas ocasiones carecer de luces en la cabeza. Por ejemplo, estaba entusiasmada con el inicio de la Primera Guerra Mundial, concentrándose en las plazas para aclamar con júbilo el inicio del conflicto, sobre todo en Alemania y Rusia. Al cabo de unos años, se cansó después de tantos muertos (20 millones) y heridos (21 millones), destrucción, pobreza y tener que pasar hambre, dándose cuenta de que había sido un error.
¿Te puedes creer que aprendió la lección? ¡¡NOOO!!, porque al cabo de tan solo 2 décadas, las mismas generaciones iniciaron una Segunda Guerra Mundial, con todavía muchos más muertos (70-85 millones), sufrimientos y devastación. Parece que no pueda ser verdad, pero desgraciadamente lo es. La razón es que las sociedades humanas son con cierta frecuencia desquiciadas, dañinas tanto con los demás como consigo mismas y mentalmente limitadas, pues hay que ser realmente estúpido para chocar 2 veces en esa misma piedra de tamaño tan enorme en tan poco tiempo.
Hay personas que creen que hay que encajar en la sociedad como una pieza de puzzle y hacer lo que hacen los demás como meros clones, limitándonos a acatar las normas de la comunidad. Incluso sienten que una de las peores cosas que puede suceder a alguien en ser rechazado por el clan por ser un verso suelto, por no adaptarse a la cultura en la que vive.
Pero si todos funcionásemos de esa manera, callando para ser aceptados y con una actitud sumisa y de relativismo cultural, viviríamos no ya en el semiestercolero en que vivimos en la actualidad sino en un auténtico vertedero, ya que nadie se hubiese tomado la molestia de limpiarlo. Si no hubiese habido personas rebeldes que dijeron «¡NO! ¡Esta norma o esta práctica no es justa y por tanto hay que cambiarla, porque está causando daños a inocentes!» todavía viviríamos en la Edad Media o incluso en estadios todavía más atrasados y barbáricos.
POR UN MUNDO SIN DAÑO: Seamos justos
Por el contrario, es cuando algunos librepensadores intentan convencer a los demás para abolir abusos que se va construyendo una cultura más sana y nutritiva. Así es como han ido evolucionando las sociedades a los largo de los últimos siglos. Porque se pueden (¿y se deben?) mejorar. Y para ello es necesario que haya inconformistas que en vez de seguir al rebaño se esfuerzan en conducirlo hacia los mejores pastos.
¡CONSTRUYAMOS UN MUNDO MEJOR!: Reformemos la sociedad
No queramos ser tan “trendies”, sino más “cool”. No seamos tan de nuestro lugar y nuestra época, sino mejor estemos por encima de ello, siendo más atemporales y universales. Es decir, guiémonos por lo que nos dicte nuestra racionalidad y nuestro sentido innato de la ética, el cual nos dice que no está bien dañar a nadie salvo en caso de legítima defensa contra el agresor.
Gracias por compartir si consideras que estas ideas contribuirán a una sociedad más evolucionada y justa,