¡NO DAÑEMOS!: RESPETEMOS NUESTRA LIBERTAD Y LA DE LOS DEMÁS
Según las investigaciones científicas, la libertad tiene una importante correlación con felicidad y la falta de libertad con malestar. Esa es una de las razones por las cuales los países que encabezan los rankings mundiales de felicidad también están entre los primeros puestos de los índices tanto de libertad humana como económica y de prensa: Finlandia, Dinamarca, Suecia, Suiza, Nueva Zelanda, Países Bajos, Noruega, Islandia, etc.
Por tanto, no robemos ese valioso tesoro a los demás ni dejemos que nos lo roben. Porque todos los seres humanos somos libres por derecho de nacimiento y en consecuencia podemos hacer con nuestra vida, muerte, cuerpo y mente lo que estimemos conveniente, con el límite de no hacer daño a los demás (excepto en legítima defensa).
Seguir los usos y costumbres o no, hacer lo mismo que la mayoría o no, autoexpresarnos, vestir como queramos, hacer las cosas a nuestra manera, ser diferentes, innovadores e incluso extravagantes, pero no a abusar de nadie, de ningún ser sintiente.
Estar solteros, tener varias relaciones poliamorosas o sólo una pareja, con quien podemos pactar una relación cerrada o abierta, aunque los pactos libremente acordados hay que cumplirlos. En caso de resultar imposible su cumplimiento, en vez de engañar digamos la verdad y busquemos una solución.
No tener sexo y a tenerlo, incluso con muchas personas diferentes, siempre que sea libremente consentido. Y con personas del género contrario, del mismo o ambos. Y hasta escoger si queremos ser hombres, mujeres u otro género diferente si nos sentimos de esa manera.
Equivocarnos y a no elegir la opción con más ventajas y menos inconvenientes, siempre que asumamos la responsabilidad de nuestras acciones y omisiones, ya que somos al mismo tiempo libres y responsables.
Trabajar en lo que decidamos y decidir libremente qué hacemos con la riqueza obtenida de forma honrada, una vez pagada la cantidad justa de impuestos.
Y un largo etcétera.
Pero todo lo anterior teniendo en cuenta que nuestra libertad termina donde empiezan las libertades y derechos de los demás, incluyendo los animales no humanos. Por tanto, el verdadero liberalismo va acompañada de ley y orden, porque de lo contrario lo que tenemos es caos y abuso, como Rusia en los años 90 tras la caída del comunismo, motivo por el cual muchos rusos han dado las espaldas a la libertad y han abrazado de nuevo el autoritarismo.