¡NO HONREMOS A VILLANOS!: BISMARCK, FEDERICO EL GRANDE, ADENAUER
En Alemania se dedican estatuas y/o nombres de calles o plazas a canallas en toda regla como Carlomagno, Carlos V, Bismark o Adenauer, así como a antihéroes como Federico el Grande de Prusia:
Aunque este canciller fue el unificador de Alemania y bajo su mandato la misma pasó a ser una gran potencia y su economía superó incluso a la británica, tenía su lado oscuro. Si bien inicialmente era contrario al colonialismo, participó en él y de hecho terminó siendo una figura clave del imperialismo.
Fue un autoritario que se impuso a los movimientos liberales que desde principios del siglo XIX lucharon y participaron en revoluciones para establecer una democracia liberal. Y además basó la unificación de los estados germanoparlantes en la supremacía de Prusia sobre el resto.
Por su fuera poco, fue el artífice de que se introdujera en el Código Penal para el nuevo imperio alemán el artículo 175, que criminalizaba los actos homosexuales con penas de cárcel. Con ello dio un salto atrás, ya que en parte de los estados alemanes estaban despenalizados desde que a principios del siglo XIX Napoleón cambió bastantes códigos penales europeos para adaptarlos a las ideas liberales de la Ilustración.
A pesar de todo ello, fue adorado y ensalzado durante la primera mitad del siglo XX, especialmente por los nacionalistas, con numerosas estatuas, monumentos y nombres de calles.
Tras la Segunda Guerra Mundial, los políticos fueron más ambivalentes. Recientemente se han incrementado las críticas hacia este personaje y ha habido ataques a sus monumentos, así como intentos de demolerlos, aunque también oposición a ello.
Gradualmente se le está quitando del espacio público, en un ambiente de debate y controversia sobre qué hacer con la memoria de este personaje.
Es decir, se está yendo en buen camino pero conviene seguir avanzando por el mismo.
FEDERICO EL GRANDE DE PRUSIA
Este rey en realidad era un monarca ilustrado que se carteaba con Voltaire y que incluso lo acogió en su corte. Tenía buenas intenciones y e implementó algunos ideales modernizadores de la Ilustración, como la abolición de la tortura o el fomento de la educación primaria.
No obstante, también heredó el militarismo prusiano de su padre, a pesar de que se detestaban mutuamente. Su vanidad por demostrar que era un monarca poderoso a nivel europeo capaz de conquistar otros territorios ocasionó más de 1 millón de muertos y una Prusia devastada y empobrecida.
No se le puede considerar un villano, pero tampoco es digno de ser homenajeado debido a los daños que causó sólo para alimentar su ego ambicioso.
KONRAD ADENAUER
Este canciller fue un soporte de la democracia y del acercamiento de Alemania a Occidente tras el nazismo, así como uno de los fundadores de lo que acabaría siendo la Unión Europea. Además, durante sus mandatos tuvo lugar el milagro económico alemán de los 50.
No obstante, era un católico tradicionalista que junto con sus compañeros del Partido Cristianodemócrata impregnaron en el país un conservadurismo iliberal que duraría hasta la llegada del socialdemócrata Willy Brandt.
Lo más sangrante de ello fue que mantuvieron el artículo 175 del Código Penal, que criminalizaba los actos homosexuales con penas de cárcel. Debido a ello, más de 100.000 inocentes fueron procesados y más de 50.000 condenados. Pero el daño que causó no terminó ahí, ya que esa criminalización contribuyó a la discriminación y abusos físicos, verbales y psicológicos al colectivo LGTBI.
Además, llovió sobre muy mojado, pues en la época nazi los homosexuales sufrieron especialmente maltratos físicos y psíquicos en los campos de concentración y exterminio. La mayoría o no sobrevivieron o se acabarían suicidando. Al terminar la guerra, a diferencia de los judíos, los políticos conservadores alemanes los llevaron de esos campos a las prisiones.
Hay que ser despiadado y desalmado para infligir semejantes sufrimientos a personas inocentes que además estaban traumatizadas por la experiencia en los campos nazis.
Alguien así, como Konrad Adenauer, no merece honra sino reprobación. En cambio, son dignos de homenaje personajes históricos alemanes que lucharon por la libertad, la justicia y un mundo mejor, como Robert Blum o Thomas Müntzer.