Así, callaron cuando la policía de la teocracia totalitaria iraní mató a Masha Amini por llevar “mal” el velo. También lo hicieron cuando, como consecuencia de ello, hubo las manifestaciones que ocasionaron que numerosas activistas pro-derechos de las mujeres fuesen encarceladas, torturadas y violadas por dicha dictadura opresiva. Nada dijeron cuando la policía disparaba a pechos y genitales de las manifestantes.
Cuando las mujeres iraníes pisoteadas por reclamar sus libertades más necesitaban nuestra ayuda, la antigua Ministra de Igualdad, la misma que condenó de forma desproporcionada un beso no consentido y no paró hasta que ello tuviese una gran repercusión mediática, se negó a recibir a las iraníes y a los activistas españoles de Amnistía Internacional que se manifestaban frente a la Embajada de Irán en Madrid. Es más, hizo incluso alguna declaración en su contra. Alguno podría argumentar que esa postura tan indiferente al sufrimiento de mujeres pisoteadas por machistas fue debido a que tiene lugar en un país lejano, pero entonces, ¿por qué si se posicionan tanto a favor de Palestina?

Las coloquialmente llamadas «feminazis» también callaron cuando otra iraní murió por no llevar el velo “de forma correcta” y probablemente fue la Ministra de Igualdad la que movió hilos para conseguir que apenas tuviese cobertura mediática.
Para colmo, su partido acepta donativos de millones de euros que la tiranía anti-mujer (libre) iraní. Para un/a feminista de verdad esa complicidad en contra de activistas torturadas sí es un verdadero escándalo de mucha gravedad.
Les encantar arremeter contra alguna conducta poco dañina o incluso no dañina de algún hombre blanco europeo, mientras miran hacia otro lado con grandes agresiones y crímenes causantes de mucho sufrimiento llevados a cabo por inmigrantes no occidentales, especialmente cuando son musulmanes tradicionalistas, e incluso cuando son muy evidentes porque están gravados con cámaras.
Se podrían poner más ejemplos, pero la idea principal es que mientras l@s feministas buscan la igualdad de derechos y respetan la libertad de las mujeres, las matriarcalistas intentan imponer su moral autoritaria, a veces puritana, con un fuerte componente ideológico.
¡EVITEMOS DAÑOS!: Cambiemos las formas de pensar dañinas
El feminismo auténtico se demuestra posicionándose cuando los derechos de las mujeres son de verdad vulnerados, especialmente cuando lo son flagrantemente, ante lo cual las matriarcas pseudofeministas suelen callar, ya que ello sucede sobre todo en el mundo musulmán fundamentalista, su gran aliado.
El auténtico feminismo es libre, librepensador, justo y proporcional frente a cada tipo de abuso, mientras que el extremismo pseudofeminista de herencia marxista es dogmático, gregario y rebañista, similar al tradicionalismo religioso.
¡EVITEMOS DAÑOS!: Seamos justos
¡EVITEMOS DAÑOS!: Seamos racionales
¡EVITEMOS DAÑOS!: Seamos abiertos
¡EVITEMOS DAÑOS!: No sigamos al rebaño para dañar
¡VIVA LA LIBERTAD DE TODOS, TAMBIÉN DE LAS MUJERES!
Y gracias por compartir.