¡NO HONREMOS A VILLANOS!: WASHINGTON, JEFFERSON, GENGHIS KHAN...
En todos los continentes hay iconovillanos y antihéroes y en ningún de ellos se les debería rendir pleitesía, tampoco en Asia ni en las Américas. Empecemos por Asia, la cual, al igual que Europa, tiene una historia muy rica, también en ogros violadores a gran escala de derechos humanos que siguen siendo glorificados hoy en día.
Para no extendernos mucho comentaremos sólo los más relevantes:
MAO TSE TUNG
El Gran Timonel es venerado en la República Popular China, hasta el punto de que su enorme retrato preside la Plaza de Tienanmen, la principal de este gran país, a pesar de ser uno de los dictadores más dañinos de la historia, causando la muerte a entre 40 y 80 millones de víctimas inocentes y sufrimientos a muchos millones más. Leer más en…
Este monstruo es el gran héroe nacional de Mongolia, omnipresente en estatuas, billetes e imágenes. Incluso le han puesto su nombre al aeropuerto internacional de la capital, a pesar de que fue uno de los mayores carniceros de la historia. La razón es que exterminó a 40 millones de personas, que representaban, por ejemplo, el 70% de la población China y el 75% de Irán. Pero, además, era extremadamente cruel, empleando formas de asesinar muy dolorosas, como empalamientos, aplastamientos, hervir vivo, etc.
La Espada del Islam es el héroe nacional Uzbekistán y también está presente en estatuas y billetes de ese país, a pesar de que fue otro perverso similar a Gengis Khan. Porque cometió grandes genocidios de millones o incluso de decenas de millones de víctimas inocentes y aplicando una gran crueldad a los que se resistían a sus conquistas.
Este sultán del Imperio Otomano hizo cosas buenas y justas, pero al mismo tiempo fue el típico conquistador que sembró el pánico y causó muchas muertes y sufrimiento. Además, saqueaba, esclavizaba, tenía esclavas sexuales y mandó a asesinar a su mejor amigo y a su hijo.
Era un bravucón que intentó amedrentar a los vieneses asegurándoles que si no se entregaban quemaría la ciudad y mataría tanto a jóvenes como a viejos.
Hay bastantes otros iconovillanos asiáticos, pero para no extendernos excesivamente crucemos ya el Pacífico para ir a las Américas.
MANUEL HIDALGO
El llamado Padre de la Patria de México permitió a sus tropas masacres a inocentes, saqueos, violaciones y torturas.
Y a continuación 3 antihéroes que no fueron propiamente unos villanos, ya que hicieron cosas muy buenas, pero también cometieron violaciones de derechos humanos, por lo que no son merecedores de que se les rinda ningún homenaje.
THOMAS JEFFERSON
El tercer presidente de los Estados Unidos era un enamorado de los ideales de la Ilustración de libertad, derechos humanos y democracia, teniendo por tanto un cierto parecido con Federico el Grande de Prusia y Catalina la Grande de Rusia, de los que fue más o menos contemporáneo.
Como les sucedió a aquellos, contribuyó con importantes mejoras para la sociedad, como la redacción de la Declaración de Independencia, en la que se reconocen derechos humanos, como la vida y la libertad.
Y al igual que aquéllos, el problema fue que esos bellos ideales que predicaba no los aplicó cuando eran contrarios a sus intereses egoístas. Por ello tuvo más de 600 esclavos, a los que además ordenaba maltratar dando latigazos cuando no eran suficientemente productivos, inclusos a niños de 12 años. El nivel de agresión era tal que tardaban varios días en recuperarse.
GEORGE WASHINGTON
Fue similar a Jefferson. Era el que tenía más plantaciones y esclavos de Virginia. Comenzó teniendo la típica mentalidad conservadora de latifundista esclavista de su época, pero posteriormente se fue contagiando de los ideales liberales de sus compañeros de revolución. Y contribuyó a implantarlos en parte durante el proceso de independencia y cuando fue presidente.
No obstante, su gran “pecado” fue que no aplicaba esos ideales cuando eran contrarios a sus conveniencias interesadas, manteniendo cientos de esclavos en sus plantaciones. Y aunque afirmó detestar la esclavitud, daba instrucciones a los capataces para que castigasen con latigazos a aquellos no cumplían los objetivos de producción.
Por tanto, no es justo dar el nombre de este opresor de personas a un Estado y a la capital de Estados Unidos. Sin duda, los nacionalistas conservadores americanos querrán mantenerse apegados al relato nacional, pero para conseguir un mundo no dañino la justicia tiene que estar siempre por encima de los relatos nacionales.
Mejor rendir homenaje a personas decentes, como los abolicionistas o los firmantes de la declaración feminista de Seneca Falls.
SIMÓN DE BOLÍVAR
Este libertador que consiguió la independencia de varios países de Latinoamérica del yugo español, como Colombia o Venezuela, tuvo un cierto parecido con los 2 líderes anteriores. Era un amante de la libertad y de las ideas ilustradas de la Revolución Francesa. Liberó esclavos y participó en la elaboración de la Constitución de la Gran Colombia, con un sistema mucho más democrático y liberal que el existente bajo el dominio del Imperio Español.
No obstante, masacró a todos los civiles españoles que pudo que no se pusieron de su parte, aunque fuesen inocentes. Por tanto, aunque no es el típico villano de manual, tampoco merece que se le glorifique.
Y hay bastantes otros iconovillanos. No elevemos a ninguno de ellos a la categoría de linterna que nos ilumine el camino, porque si lo hacemos tropezaremos. Hagámosles un juicio justo y admiremos a los que han luchado por un mundo más justo y feliz.