¡NO DAÑEMOS!: APARTÉMONOS DEL DECÁLOGO DE lA MALDAD

Si queremos un mundo mejor en que vivir, con menos sufrimientos y atropellos, es necesario cambiar las 10 formas de pensar causantes de muchas crueldades:

1. El racismo/etnicismo/xenofobia/ultranacionalismo.

2. El especismo.

3. El imperialismo, militarismo, belicismo y culto a la violencia.

4. El machismo (y en mucho menor medida el matriarcalismo pseudofeminista).

5. El tradicionalismo iliberal obstinado en mantener injusticias, especialmente el islam, cristianismo, hinduismo y judaísmo conservadores y sobre todo si son en grado fundamentalista, en contraposición con las versiones benignas, tolerantes y modernas de esas religiones. De todas esas corrientes la más peligrosa es el islamismo integrista.

6. Las ideologías autoritarias de extrema derecha, desde el nazismo, fascismo o nacional-catolicismo hasta partidos democráticos iliberales, soliendo ser la encarnación política de las lacras anteriores.

7. El comunismo liberticida y expoliador y otras variantes dañinas de extrema izquierda.

8. El esclavismo (todavía hay decenas de millones de esclavos en el mundo).

9. Otros tipos de autoritarismos y totalitarismos.

10. Otras clases de abusivismos, es decir, de creencias según las cuales está permitido hacer daño a los demás que no sean en legítima defensa.

Todas esas plagas, aunque algunas puedan parecer de diferente signo, tienen un común denominador: infligir sufrimientos a seres inocentes, ya sean humanos u otro tipo de seres sintientes, a veces a gran escala. Son diferentes ramas de un mismo árbol, el de la malignidad humana. 

Pueden ejercer un cierto atractivo, sobre todo en la juventud, ya que conectan con instintos y tendencias fuertemente arraigados en la naturaleza del homo sapiens. De hecho, el Decálogo de la Maldad es consecuencia de nuestra genética hiperdepredadora y abusiva. 

Y es el generador de muchísimo sufrimiento y violaciones masivas de derechos humanos y de los animales a lo largo de la historia; la pasada, la presente y, si no hacemos al respeto, la futura. Es el causante de que el mundo haya venido siendo durante milenios un semiestercolero (cuando no un auténtico infierno, como en ciertas guerras y genocidios) con miles de millones de personas y BILLONES con B de otros seres sensibles victimizados, a veces hasta niveles de máxima crueldad.  

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Las 10 pestes mentales constituyen un verdadero círculo del mal que oprime lo que envuelve y daña lo que toca. Todos tenemos creencias de ese tipo, por lo que conviene que todos cojamos la fregona y hagamos un trabajo de limpieza de nuestra mente para conseguir un mundo más feliz. 

Algunos dicen que hay que ser respetuoso con todas las formas de pensar, pero entonces ¿debemos serlo también con el nazismo? Todo es merecedor de tolerancia y consideración, pero con una exclusión: el abuso de inocentes. Porque la apología de la injusticia, la predicación de la crueldad y la propaganda de la maldad nunca son dignas de respeto.

La actitud benigna hacia ideologías malignas es algo muy peligroso. Es lo que sucedió con el nazismo y fascismo antes de la Segunda Guerra Mundial. En Occidente en a partir de los años 20 había no pocos, empezando por el propio Presidente de Estados Unidos, que primero veían con buenos ojos a Mussolini por haber parado los pies al comunismo y conseguido crecimiento económico, a pesar de las maldades que llevaba a cabo.

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Algo más tarde, en los años 30, algunos en países democráticos adoptaban una actitud similar con el nazismo por crear una Alemania moderna y que prosperaba, a pesar de los abusos que ya cometía contra socialdemócratas y judíos. Por ejemplo, en el Reino Unido había una corriente de respeto y empatía hacia la Alemania nazi y de verla como víctima del trato sufrido por los vencedores de la Primera Guerra Mundial. Incluso al propio Kennedy, que de joven viajó por ese país, le pareció bien esa ideología para el mismo.

Predominaba la actitud de indulgencia y tibieza con el nazismo. Había alguna excepción, como Churchill, que fue de los pocos que vio las orejas al lobo y habló claro sobre el tema. Pero era un verso suelto, hasta que tras la invasión de Polonia le dieron la razón y le nombraron Primer Ministro.

No conviene ser relativista, comprensivo y bonachón con el mal: del mismo modo que hay comida saludable y comida basura también hay mentalidades saludables y otras tóxicas, culturas nutritivas pero otras nocivas, algunas avanzadas y otras atrasadas o incluso a veces muy incivilizadas y barbáricas.

Como el nazismo y el fascismo fueron los perdedores de la Segunda Guerra Mundial, a partir de entonces fueron estigmatizados. Pero el resto de plagas del mal también merecen un cordón sanitario.

Aprendamos de Alemania, que prohíbe el nazismo, o de Estados Unidos, que hace lo mismo con el comunismo. Todo ello forma parte de un buen sistema inmunológico que protege la democracia liberal respetuosa con los derechos de todos.  

Otro antídoto es evitar el adoctrinamiento tóxico y en vez de ello fomentar la capacidad de razonar y pensar por uno mismo, así como la pedagogía a niños y adultos sobre los daños que causan esas 10 mentalidades tan tóxicas.

¡NO DAÑEMOS!: Pensemos por nosotros mismos y borremos el adoctrinamiento tóxico

¡NO DAÑEMOS!: Seamos racionales

Y, por supuesto, conviene reformar, entre otras cosas, la parte dañina de:

• La extrema derecha autoritaria, evolucionando hacia una derecha moderada y liberal, como sucedió con el franquismo sociológico en España o con el partido de Meloni en Italia. Leer más… 

• La ultraizquierda liberticida y expoliadora, pasando a posturas socialdemócratas, como ha ocurrido en muchos países en que se escindió esta rama de la marxista. Y así como esta última corriente ha sido un fracaso en todos los lugares donde se ha implementado, la socialdemocracia ha hecho grandes aportaciones a la humanidad. Leer más… 

• Las religiones en su versión tradicionalista y dañina, transicionando a una interpretación benigna, reformista y tolerante. Leer más… 

Y, por consiguiente, ¡ATREVÁMONOS A HABLAR DE POLÍTICA Y RELIGIÓN! para cambiar todo lo que haya de nocivo hacia inocentes.  

¡Evitemos daños!: Hablemos de política y religión 

Decálogo de la Bondad 

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Gracias,